Series (I)

La temporada yanqui de series ha terminado. Hasta septiembre no volveré a saber nada de Hiro Nakamura, Lana Lang, Allison Dubois, John Locke, Gill Grissom, Peter Petrelli o Clark Kent, así que ahora voy a recapitular y hacer una valoración de las series que veo, que empezaron siendo 2 y ahora son 6 (no sé cómo saco tiempo para ver tanta porquería...)

Medium. Tercera temporada.


Las series y películas sobre fenómenos paranormales siempre han presentado a sus protagonistas como gente inadaptada, asocial o rechazada por los demás, y han usado con frecuencia el tema del desarraigo y la soledad del personaje como elementos dramáticos, así que da gusto ver en esta serie a una madre, esposa y empleada más o menos feliz, con problemas familiares típicos y que ve y habla con los muertos. El tono de la serie oscila entre el ambiente familiar amable o cómico a veces y el insano de las escenas relacionadas con violencia o muertes, un contraste muy bien llevado y que da un contrapunto que se agradece.

Otro elemento a su favor es que el personaje protagonista, Allison Dubois, lo interpreta Patricia Arquette, gran actriz y una de mis fijaciones eróticas desde "Amor a quemarropa", que a sus 39 añitos y con su 1,55 m. de altura empieza a parecerse cada vez más a un botijo pero que me encanta.

La serie cumple uno de esos principios básicos que deben cumplir las series y que citaba Fry en uno de los capítulos de Futurama: "al final, todo tiene que volver a la normalidad". Es decir, se trata de historias de intriga autoconclusivas que incluyen momentos de la vida cotidiana de la protagonista (desayunar con su marido y sus hijas, problemas familiares, el despertar de los poderes de las niñas...). Lo malo es que el esquema de cada capítulo es casi siempre idéntico (Allison anticipa un mal, nadie le cree, ella misma duda de sí, al final tiene razón, todo se soluciona) y llega un momento en que resulta frustrante comprobar cómo en vez de hacer evolucionar al personaje, prefieren caer una y otra vez en los mismos recursos hasta acabar presentando a Allison como una estúpida, insegura, neurótica o cosas peores. O evolucionan o la serie va a morir por aburrimiento.

Esta vez, en el tramo final de la temporada han evitado ese sistema autoconclusivo para crear un arco argumental que abarca varios episodios de corte nada amable y bastante opresivo pues rompe el hábito que habían creado y trastoca radicalmente la vida de los protagonistas. Y claro, el desenlace lo veremos la temporada que viene. Ambas cosas, el cambio de tono de la serie y el final abierto (e incierto) me joden bastante pero suponen una novedad que igual redunda en una próxima temporada más animada.

Durante esta temporada ha habido un capítulo totalmente opuesto a lo habitual en la serie que ha centrado el protagonismo en el marido de Allison y que presentaba su punto de vista en una historia atípica dentro de lo paranormal. Fue el episodio 12, "The One Behind the Wheel", no es que fuese un prodigio de originalidad en su desarrollo pero sí en su punto de vista y funcionaba muy bien gracias a la complicidad que los guionistas han sabido crear con los protagonistas. Un capítulo a recordar y a anotar.

En fin, una serie por encima del montón y con buenos momentos.

Smallville. Sexta temporada.


Cuando comenzó Smallville prometía ser la primera gran serie sobre Clark Kent, después de que el bodrio Superboy naufragase hace años y de que Lois& Clark se quedase a medio gas después de un inicio interesante. El resultado en cambio ha sido un cruce entre Melrose Place y Falcon Crest aliñado con efectos especiales espectaculares.

Los actores son todos chicos guapos y mazas y chicas modelos, Kristin Kreuk es impresionante, pero tienen las cualidades interpretativas de un pepino. Los guiones juegan al doble ejercicio de procurar un espectáculo autoconclusivo a la vez que la trama general avanza pero, cuanto más tiempo pasa, más claro parece que la trama general es un garabato en un block de notas que dice más o menos: "Esta trama no va a avanzar jamás pero hay explosiones y parece siempre que el siguiente capítulo lo cambiará todo", de modo que, en vez de sentir que los guionistas nos conducen por un argumento sólido, da la impresión que van a tirones de ocurrencias.

Los elementos positivos de esta temporada han sido la aparición de un germen de la LJA y la impresión de que gana empaque la conversión de Lex Luthor en el defensor de la humanidad frente a los superhéroes pero chorradas de relleno como la Zona Fantasma y toda la trama de la buenorra y empalagosa Lana Lang han lastrado la temporada horriblemente.

En fin, una porquería a la que estoy enganchado porque necesito superhéroes y efectos especiales para soportar un culebrón.

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