Las vírgenes suicidas

A Indieferentes le he tomado prestado un textito que Fresán dedica a la novela "Las vírgenes suicidas" de Jeffrey Eugenides, que forma parte de un texto más amplio sobre narrativa americana contemporánea, que a su vez tomó prestado de letraslibres.com y que recomiendo leer. El texto dice así:

"Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides (1993). Uno de los más perfectos debuts de todo los tiempos, una inmensa pequeña novela que quita el aliento y devuelve la más asombrada de las sonrisas. Sátira noir de la vida en los suburbios que se nutre tanto de Cheever como de García Márquez. Ya saben: la épica tanática de las hermanas Lisbon durante los setenta, invocada por un narrador invisible y colectivo. Imprescindible. Eugenides se tomó nueve años para escribir Middlesex (2002) cometiendo el perdonable pecado de publicar un segundo libro que es, apenas, excelente."

Me gusta saber que un escritor de la talla de Fresán valora una novela que me emocionó y me cautivó tanto... y a la que la descomunal y ambiciosa Middlesex (Premio Pulitzer de ficción en 2003) no logra hacer sombra a pesar de sus muchas virtudes.

Tambien quiero hablar de su conversión en película con Sofía Coppola eligiendo un debut de novelista para su debut como largometrajista. Es, como dirían en es.rec.ficcion.misc, una POMM o "Puta Obra Maestra de Mierda". Se sale. Captura el espíritu de la novela y lo hace imágenes y te emocionas. Me sorprende encontrar de vez en cuando, en internet o entre mis conocidos, gente que no ha sabido apreciar la maravilla y la delicadeza de esa película. Imagino que es igual de difícil que entender por qué no soporto la poesía de Miguel Hernández...

Y ahora, vamos con los refritos: un texto que publiqué en julio de 2000 en es.rec.cine sobre "La vírgenes suicidas", la película :) :

"La vida de 5 hermanas, las hijas "Lisbon", en una ciudad-dormitorio-casa-porche-jardín de los EEUU en los 70, y la fascinación que sienten por ellas un puñado de adolescentes. Una película magistral, que muestra con una sencillez pasmosa y con acento en lo detalles, en lo tangencial, en los silencios, la fascinación de esos muchachos.

Es la mejor película que he visto en, al menos, lo q va de año. Se basa en la novela del mismo título de Jeffrey Eugenides. Cuando leí la novela acabé fascinado, como los chicos de ese barrio que describe, por las hermanas Lisbon, misteriosas, solitarias, guapísimas. Y eso mismo consigue la película. Desde la primera escena, desde el primer segundo, te sumerge en la curiosidad, la fascinación, el amor por esas hermanas maravillosas. Es, sin duda, la mejor adaptación cinematográfica de una novela que he visto jamás pues consigue transmitir con identidad absoluta las emociones, los sentimientos que transmite la novela, conmueve el amor adolescente y
nostálgico de unos cuarentones q se asoman a su juventud y encuentran en ella el conformismo desesperado y la belleza tímida de 5 chicas inalcanzables y deseadas.

Sofia Coppola dirige con mano férrea y maestra (¿le habrá ayudado papá?, ¿será genético eso del talento?, ¿se le habrá pegado algo de vivir con él?, ¿será mérito propio?). Cada plano tiene un objeto, no hay gratuidad, nada es superfluo, todas las imágenes y las escenas rodean a las cinco chicas, hablan de ellas (hablan por ellas), cuentan todo lo que de ellas podían ver, suponer e imaginar los chicos que las observaban. Se observa, sin embargo, un placer especial en centrar la narración en una de las chicas, Lux Lisbon, que tiene un peso especial en la novela pero que aquí se intensifica y parece responder a que Lux es interpretada por la más dotada de las 5 jóvenes actrices "Lisbon": Kirsten Dunst. Realmente Kirsten está soberbia.
Ella ES Lux Lisbon y ella corre con buena parte del peso de la película (y pensar que no me gustó en "Entrevista con el vampiro", aunque en "Urgencias" está estupenda) y todo con 18 añitos (me siento viejo... ;-) ).

Katheleen Turner es la madre-matrona perfecta para las niñas y James Woods está muy bien en su papel, diluido como su carácter (el del personaje), pero efectivo a la hora de mostrar su incapacidad para regir su hogar con sentido común. Los chicos dan la talla (me suena la cara de alguno pero no sé de qué). Por otro lado, lo peor de la película (un pegote espantoso que desentona, aunque al final te acostumbres e incluso tenga su punto) es la intervención de Mmichael Paré. Revienta el ritmo que llevaba la peli hasta ese momento.

Air son los autores de la BSO, una BS perfecta en sus objetivos: acompaña, remarca, pero no se convierte en protagonista.

Sofía respeta las distancias con los personajes, los observa de lejos. Asume la perspectiva de los chicos y los pocos primeros planos que hay de ellas son los momentos que comparten junto a ellos. Suelen abundar los planos generales, medios o un poco más cortos pero sin llegar a que el rostro desborde la pantalla. Las chicas son así seres alejados, que no conoces ni te apropias y que vas descubriendo por lo que les rodea: sus cuartos, perfumes, hábitos, sus discos...(es realmente emocionante la escena de los chicos poniendo discos.

La escena final de la película, y del libro, suponen el alejamiento. Los cuarentones que hasta entonces han recreado y recordado el pasado se alejan (se aleja físicamente la cámara, se despiden las palabras del libro) y observan nostálgicos esa distancia infinita que les separa del pasado. Devuelven su amor al presente y se despiden de las 5 niñas.

Voz en off. Pasado añorado y analizado. Acné. Chicas guapas. Años 70. Buena música. Nostalgia. Amor y fascinación. Soledad."



Por cierto, en la web de "Las vírgenes suicidas" hay hasta diseños para papelería: sobres y papel.

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