¿Cómo se llega a ser zurdo?

"No se llega a serlo; se es de nacimiento, por naturaleza. Igual que se nace rubio o con la nariz recta. No es ni mejor ni peor; es, simplemente, una característica más."

capitannemo.com.ar

La falacia del zurdo por nacimiento. Una mentira repetida las veces suficientes se convierte en una verdad, tanto va el cántaro a la fuente...

Al menos el 50% de los zurdos lo son por alguna circunstancia traumática de su infancia. La zurdera es un trágico resultado, una manifestación patente de un desequilibrio, un grito desesperado del cuerpo que pide ayuda por algo que de niño no supo asimilar y lo trastornó. Como la homosexualidad.

Afirmaciones como la de capitannemo, proveniente de fuentes carentes de documentación alguna, sin referencias ni un estudio previo serio, sólo crean confusión y cimentan la creencia ya demasido extendida en occidente de que ser zurdo es no ya inevitable, sino bueno.

He ayudado a muchos a recuperar la normalidad. He visto su escepticismo inicial, les he visto incluso burlarse. Los he oído protestar, airados primero, lastimeros después, he observado su desesperación por la falta de progresos, han sufrido mi severidad, han gritado de dolor cuando los he golpeado o les he lanzado descargas eléctricas para asociar la mano izquierda con el dolor. Pero luego les he visto llorar en mi regazo al liberarse de esos terrores subconscientes que los hacían zurdos, les he visto extasiarse al usar con plenitud su mano diestra.

La mano zurda es el dominio del otro. Es la negación social, es ubicarse deliberadamente en el extremo de la campana estadística de la normalidad, con los tullidos, los retrasados, los marginados. Un zurdo es medio hombre.

Después de muchos años de práxis puedo afirmar rotundo que ser zurdo no hace mejores a quienes lo padecen, no son más inteligentes, ni más ricos, como se atreven a afirmar insolentes los zurdos de la wikipedia, sin molestarse en dar referencia alguna de trabajos científicos que lo confirmen porque no los hay, mientras que abundan los que ratifican mis conclusiones y alertan sobre los peligros de la mano siniestra, tan tentadora y peligrosa como las drogas, o el lado oscuro de la fuerza.

Tres palabras deben quedar en nuestra mente para enfrentarnos a este asesino silencioso de mentes y espíritus, las tres Pes: Prevención, Precaución y Perseverancia.

Ni un solo niño zurdo, ni un adulto desviado.

Que paséis buen fin de semana y recordad, desconfiad de los zurdos. Ellos quieren un mundo totalitario de zurdos.

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