Pedro Salinas - Si me llamaras
¡Si me llamaras, sí,
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice:
"No te vayas."
Pedro Salinas
La voz a tí debida, 1933
Pedro Salinas fue uno de esos autores del 27 al que en el instituto no presté, en un primer momento, demasiada atención. Eran todos importantes, sí pero Aleixandre era premio Nobel, Alberti era mucho más conocido... al final Salinas (como aún hoy me pasa con Cernuda) perdía protagonismo y se convertía en bulto de ese grupo de poetas que reivindicaban a Góngora.
Unos meses después releí este poema en el libro de texto de clase.
"¡Si me llamaras, sí, si me llamaras!".
Lo leí varias veces. Crecía. Cada vez mayor. Hasta ser perfecto y decirlo todo.
Dos partes del poema me intrigaban entonces especialmente:
Por un lado:
"Lo dejaría todo,
(...)
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!"
Por otro:
"Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice:
'No te vayas.'"
Querría decir algo sobre estos fragentos, sobre el poema entero. No puedo. Suena vulgar todo lo que se me ocurre.
Hace más de 10 años estuve a punto de darle este poema a una chica. Tal vez hoy lo use.
Sobre Pedro Salinas, cada poema de "La voz a tí debida" y de "Razón de amor" (me falta leer "Largo lamento") levanta el armazón de un amor al que yo no le había dado nombre aún con 15 años, lo sentía tan solo, y ahí estaba, hecho palabras y sangre y lágrimas, desde hacía más de 50.
El mundo, como el hombre, se crea a partir de la mirada del ser amante. El amor es creación, es superación de uno mismo por un yo más alto. No hay dolor, aún no. Lo habrá.
Una vez escribí con aire melodramático (me va mucho), refiriéndome a Salinas:
"El amor existe porque el lo escribió, y está muerto y sé que nada puede salvarnos."
Aún lo creo, como creo en la forma de ver el amor de Jorge Riechmann en este fragmento de uno de sus poemas.
Lo es todo y no existe.
Hace tiempo puse aquí algún otro gran poema de Salinas:
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice:
"No te vayas."
Pedro Salinas
La voz a tí debida, 1933
Pedro Salinas fue uno de esos autores del 27 al que en el instituto no presté, en un primer momento, demasiada atención. Eran todos importantes, sí pero Aleixandre era premio Nobel, Alberti era mucho más conocido... al final Salinas (como aún hoy me pasa con Cernuda) perdía protagonismo y se convertía en bulto de ese grupo de poetas que reivindicaban a Góngora.
Unos meses después releí este poema en el libro de texto de clase.
"¡Si me llamaras, sí, si me llamaras!".
Lo leí varias veces. Crecía. Cada vez mayor. Hasta ser perfecto y decirlo todo.
Dos partes del poema me intrigaban entonces especialmente:
Por un lado:
"Lo dejaría todo,
(...)
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!"
Por otro:
"Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice:
'No te vayas.'"
Querría decir algo sobre estos fragentos, sobre el poema entero. No puedo. Suena vulgar todo lo que se me ocurre.
Hace más de 10 años estuve a punto de darle este poema a una chica. Tal vez hoy lo use.
Sobre Pedro Salinas, cada poema de "La voz a tí debida" y de "Razón de amor" (me falta leer "Largo lamento") levanta el armazón de un amor al que yo no le había dado nombre aún con 15 años, lo sentía tan solo, y ahí estaba, hecho palabras y sangre y lágrimas, desde hacía más de 50.
El mundo, como el hombre, se crea a partir de la mirada del ser amante. El amor es creación, es superación de uno mismo por un yo más alto. No hay dolor, aún no. Lo habrá.
Una vez escribí con aire melodramático (me va mucho), refiriéndome a Salinas:
"El amor existe porque el lo escribió, y está muerto y sé que nada puede salvarnos."
Aún lo creo, como creo en la forma de ver el amor de Jorge Riechmann en este fragmento de uno de sus poemas.
Lo es todo y no existe.
Hace tiempo puse aquí algún otro gran poema de Salinas: