Recuerdos
Se me ha ocurrido de pronto.
Qué recuerdos puede provocar en alguien una lectura como esos consejos sobre sexo rápido y furtivo del post anterior. Cómo alguien lo habrá leido y habrá reconocido en alguna frase, un pensamiento al que no le puso palabras concretas hace tiempo, la lucidez de saber cuál era el sujetador más rápido y cómodo, para cuando se enrollaba con una persona que de pronto aparece, rostro, nombre, olor y cuerpo en su mente. O el razonamiento para llegar al mejor sistema para hacerlo entre una parada y otra de ascensor, en la sala de espera de cualquier consultorio médico, cuando salía con una chica que recuerda ahora, con una familiaridad impropia, un tanto incómoda, por haber sabido tanto de alguien de quien ahora no sabe nada.
Como cuando leía yo a Ángel González y él decía
"cuando la noche impone su costumbre de insomnio
y convierte
cada minuto en el aniversario
de todos los sucesos de una vida;
allí,
en la esquina más negra del desamparo, donde
el nunca y el ayer trazan su cruz de sombras,
los recuerdos me asaltan."
Y yo sabía que nunca podría decir con mejores palabras lo que siento tantas noches (cada vez son menos); que hace ya tantos años, alguien expresaba con mis mejores palabras, las que no sé escribir pero siento, quién soy.
Qué recuerdos puede provocar en alguien una lectura como esos consejos sobre sexo rápido y furtivo del post anterior. Cómo alguien lo habrá leido y habrá reconocido en alguna frase, un pensamiento al que no le puso palabras concretas hace tiempo, la lucidez de saber cuál era el sujetador más rápido y cómodo, para cuando se enrollaba con una persona que de pronto aparece, rostro, nombre, olor y cuerpo en su mente. O el razonamiento para llegar al mejor sistema para hacerlo entre una parada y otra de ascensor, en la sala de espera de cualquier consultorio médico, cuando salía con una chica que recuerda ahora, con una familiaridad impropia, un tanto incómoda, por haber sabido tanto de alguien de quien ahora no sabe nada.
Como cuando leía yo a Ángel González y él decía
"cuando la noche impone su costumbre de insomnio
y convierte
cada minuto en el aniversario
de todos los sucesos de una vida;
allí,
en la esquina más negra del desamparo, donde
el nunca y el ayer trazan su cruz de sombras,
los recuerdos me asaltan."
Y yo sabía que nunca podría decir con mejores palabras lo que siento tantas noches (cada vez son menos); que hace ya tantos años, alguien expresaba con mis mejores palabras, las que no sé escribir pero siento, quién soy.