Repaso cinéfilo II

Lonely hearts

Se ambienta en los años 40, cuenta el caso real de una pareja de amantes, asesinos de solteronas y describe la vida de uno de los detectives que andaba tras ellos. Poca intriga, algo de intimismo y sensibilidad y poco más. Ni se describe bien lo insano de la relación de los amantes, ni termina de enganchar el drama del detective.

Trabajo basura

Mike Judge parece compartir con Owen Wilson y Wes Anderson un gusto por el humor entre idiota e intelectual. Está pendiente de estreno en España "Idiocracy", en la que hace un supuesto uso inteligente de los recursos cómicos de las estrellas del humor de hoy (Eddie Murphy, Jim Carrey, Martin Lawrence...). "Trabajo basura" empieza muy bien pero pierde fuerza conforme avanza hasta no decir nada.

De fosa en fosa

Humor negro, si es que hay humor y no se trata de mi manera de ser un poco cínica. Drama a ritmo de música eslovena (vamos, el estilo Goran Bregovic, que más no sé del tema). Personajes incapaces de escapar de sus vidas, casi siempre insatisfactorias. Versiones impagables de "I will survive" y "Sex bomb". Una delicada, inmensa y macabra historia de amor... Una hermosa visión de la tristeza de vivir.

El hombre de Laramie

James Stewart avanza rabioso, los ojos a rebosar de furia, camino de una revancha y Anthony Mann lo muestra con una viveza y una intensidad impropias de lo estático de las cámaras de la época. ¡Qué buenos son los westerns de Mann y Stewart!

Yo creo en tí

James Stewart ya protagonizó una al estilo "Ejecución inminente" en los años 40. Con un gran despliegue de toda la tecnología de la época (yo me llevé una grata sorpresa) en pos de dilucidar la culpabilidad o inocencia de un preso. Entretenida y con un diálogo final entre preso y periodista que dice mucho (y malo) de aquella época.

La última bala

Western menor de James Stewart. No importa, da gusto verlo.

Hunter

Lecter no dió la gloria interpretativa a Brian Cox y eso que fue el primero en interpretarlo, en 1986. Aproximación superficial de Mann al thriller psicológico, con su estilo de dirección espectacular, lleno de planos generales, vibrante en la acción y delicado en los momentos de reposo pero que no cuaja bien con el tipo de tema tratado. Hay escenas que de hecho resultan ridículas, aunque el doblaje es tan malo que tal vez todos los problemas vengan de ahí.

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¡Si me llamaras, sí, si me llamaras! Lo dejaría todo, todo lo tiraría: los precios, los catálogos, el azul del océano en los mapas, los días y sus noches, los telegramas viejos y un amor. Tú, que no eres mi amor, ¡si me llamaras! Y aún espero tu voz: telescopios abajo, desde la estrella, por espejos, por túneles, por los años bisiestos puede venir. No sé por dónde. Desde el prodigio, siempre. Porque si tú me llamas -¡si me llamaras, sí, si me llamaras!- será desde un milagro, incógnito, sin verlo. Nunca desde los labios que te beso, nunca desde a voz que dice: "No te vayas." Pedro Salinas La voz a tí debida, 1933 Pedro Salinas fue uno de esos autores del 27 al que en el instituto no presté, en un primer momento, demasiada atención. Eran todos importantes, sí pero Aleixandre era premio Nobel, Alberti era mucho más conocido... al final Salinas (como aún hoy me pasa con Cernuda) perdía protagonismo y se convertía en bulto de ese grupo de poetas que reivindicaban a Góngora. Unos ...
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