La hipocresía capitalista

Publicó Ignacio Ramonet un artículo al calor de la cumbre del G8 de julio de 2005 y de los atentados de Londres. El artículo en cuestión acababa con un párrafo demoledor que ponía y pone de manifiesto el nulo interés de los países desarrollados por soltar la soga que ahoga a África (y que sujetamos con avaricia):

"Si se quiere ayudar de verdad a África (continente en el que la renta per cápita ha disminuido de 25% entre 1975 y 2003, y en donde la esperanza de vida ha disminuido hasta niveles de hace 40 años), los países ricos tendrían que tomar, con urgencia, cinco medidas:

Primero, suprimir definitivamente la deuda externa (por cada dólar prestado, África ya ha devuelto 1,3 dólares sólo en intereses).

Segundo, suprimir las subvenciones a las exportaciones agrícolas que inundan, a precios de saldo, los mercados de los países en desarrollo y destruyen la agricultura local.

Tercero, abrir los mercados agrícolas de América del Norte, Unión Europea y Japón a los productos africanos.

Cuarto, aceptar que los países africanos establezcan una política proteccionista en favor de sus producciones locales, tanto agrícolas como industriales, sin que el FMI o el Banco Mundial los sancione.

Y quinto, reorientar la investigación farmacéutica para curar las epidemias endémicas de África (cuando hoy, el 90% de ésta está orientada a mejorar la vida del 10% de la población rica mundial).

Lo recursos abundan y las soluciones existen para erradicar la pobreza en África y en el resto del mundo, pero falta la voluntad política."

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