La verdad última

Engañan tus ojos cuando me miran,
engañan tus labios que se entregan,
mienten tus palabras que se enredan
en mi corazón.
Pero nunca hallé mentira más cierta,
nunca más allá cuando me hablas,
cuando me miras, cuando me besas
disfrazada de verdades que se desnudan y dejan
mentiras prendidas de entrega (como tus labios
de hambre y de tierra)
tanto, que no hay más, no más respuestas,
tú completas la mentira,
la voz definitiva que me engaña
de amor.
Para una etapa de sequía blogueril, nada mejor que tirar de hemeroteca... un poema de hace mucho tiempo.