Aniversarios
Hace unos días descubrí que han pasado ya casi 10 años. Entre una pila ingente de revistas y tebeos cogí, intencionadamente, uno que buscaba y recordaba bien. La revista de poesía Érato. Era casualmente el número 4. Allí estaban los cinco poemas que envié a la pequeña revista amater de un instituto de bachillerato del municipio y publicaron. Leí sin prestar mucha atención la fecha del editorial, "Noviembre de 1996" y los 10 años pasados hasta hoy se hicieron amargor en mis tripas. En noviembre de 1996 publiqué por primera y última vez poemas. 10 años ya desde que escribí aquellos poemas. Más de 10 años.
Pensaba divagar sobre el paso del tiempo, de la adolescencia a la edad adulta, el cumplir de ese saberse en el lugar al que uno esperaba llegar un día. Pensaba hablar de ello porque nada tiene aún sentido para mí, a pesar de que observo a todos mis amigos dar los pasos que consideran oportunos hacia su madurez y su estar en el mundo y con el mundo, yo sigo vagando por ahí sintiéndome siempre forastero en tierra extraña. Esto ya empieza a oler a divagaciones...
Ahí va uno de esos poemas
"Me voy yendo,
poco a poco,
me deshago,
me ahogo
en la vacuidad.
Se me va
la consciencia,
la mente se vuelve
obtusa.
Aflora
el cansado sueño
que intenta cerrar
mis ojos,
que quieren volar
más alto,
con mi alma
que se desprende y vuela..."
No sé qué impresión produce este poema al leerlo.
Tal vez podáis deteneros ahora y pensar sobre él un poco.
¿Partir, abandonarse a un yo más alto que uno mismo, huir?.
Lo curioso es que lo escribí un día en clase, en el margen de los apuntes.
Creo que eso abre interesantes interpretaciones :)
Pensaba divagar sobre el paso del tiempo, de la adolescencia a la edad adulta, el cumplir de ese saberse en el lugar al que uno esperaba llegar un día. Pensaba hablar de ello porque nada tiene aún sentido para mí, a pesar de que observo a todos mis amigos dar los pasos que consideran oportunos hacia su madurez y su estar en el mundo y con el mundo, yo sigo vagando por ahí sintiéndome siempre forastero en tierra extraña. Esto ya empieza a oler a divagaciones...
Ahí va uno de esos poemas
"Me voy yendo,
poco a poco,
me deshago,
me ahogo
en la vacuidad.
Se me va
la consciencia,
la mente se vuelve
obtusa.
Aflora
el cansado sueño
que intenta cerrar
mis ojos,
que quieren volar
más alto,
con mi alma
que se desprende y vuela..."
No sé qué impresión produce este poema al leerlo.
Tal vez podáis deteneros ahora y pensar sobre él un poco.
¿Partir, abandonarse a un yo más alto que uno mismo, huir?.
Lo curioso es que lo escribí un día en clase, en el margen de los apuntes.
Creo que eso abre interesantes interpretaciones :)