Te doy una canción


Estoy aquí.
Te espero.
Una pátina delgada y frágil de mí contra el tiempo
en la superficie blanca de las promesas y las verdades.

Inesperada me alcanzas.
Prende tu mirada mi vida entera.
Mi encarnación en tus ojos.
La reencarnación única
que he conocido.
Mi vida postrera eres tú.

Soy yo de tus días pero eres tú de mis noches.
Son las noches las que mejor me conocieron.
Una noche que se prolonga porque mi madre siempre llegaba tarde a casa
y queríamos esperarla despiertos mi hermano y yo
pero nos dormíamos antes de verla.

Ya no tengo a quién esperar.
Y espero.
En estos 62350 mm2 que me separan
de la muerte,
entregado e inerme y,
fénix redivivo, tú me salvas una vez y otra del olvido
hasta que deje de ser yo quien renace
y mis noches sean tus días
y tú misma te encarnes
en lo que una vez fui.



Como dirían Astrud, he vuelto, ¿ves qué bien?.
Gracias por leerme.
En breve, más vacaciones :)

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