El perdón

Se nota, se siente, Katxuli está presente
fotolog.com/free_cachuli

Le preguntaron a Rodrigo Fresán (gran escritor argentino) "¿Qué no perdonaría?" y el contestó:
"Suelo perdonarlo todo. A la hora de pensar en no perdonar, pienso qué no me gustaría que no me perdonaran a mí, entonces… estoy abierto a todo tipo de perdón, de mí hacia los otros y de los otros hacia mí."

El perdón es una acción subjetiva. Lo es porque sólo requiere perdón lo que el sujeto estima que debe ser perdonado, dado que, aunque existe un consenso en qué cosas pueden acarrear culpa sobre el que las comete, cada uno de nosotros mide si hay delito y la dimensión del mismo de diferente modo.

En ese sentido perdonar es un ejercicio en un primer momento egoísta pues no se mide el daño con los ojos del ofensor sino con los del ofendido, que, para sentir que hay daño y, por tanto que podría ser plausible el perdón, no tiene en cuenta a otro sino a sí mismo.

Es importante entonces buscar la mayor objetividad que uno alcance, para entender el obrar del otro que condujo a este momento, a esta ofensa patente. Entender su proceder no tiene por qué mermar la ofensa y facilitar el perdón pero podría hacerlo y es posible que sea ése el único buen motivo para perseguir tal entendimiento, pues, aunque también pueda aportar significado a lo sucedido, sentido, es dudoso que eso sea de ayuda; podría ser incluso una peligrosa forma de racionalización que impida asumir los hechos como son.

Una vez asumido que hablar directamente de perdón puede ser por ello la temeridad de no querer entender al otro y por tanto de poner un descargo allá donde ninguna ofensa pesaba, salvo en la calentura moral del inmaduro, toca plantearse si es posible perdonar.

Y perdonar, cuando hay qué, es convertir el agua en vino: sigue allí lo que ofendió, nada lo borra, pero se transmuta en algo que ya no causa malestar.

La generosidad que ese proceso exige, titánica, no es habitual.

Y si bien tener un niño, por ejemplo, redibuja entre otras muchas cosas, los límites del perdón, hoy por hoy tengo bastante claro que hay cosas que no es ya que no pueda perdonar, es que no las puedo asumir.

Me queda camino por recorrer.

Entradas populares de este blog

Pedro Salinas - Si me llamaras

Joaquín Reyes - La Hora Chanante

Primera evocación